Era un día soleado, a las afueras de un pueblo lejano por el norte del país. Donde rondaban rumores de un oasis que sólo se aparecía a quien le daría buen uso, y no sólo lo quisiera para bienes personales.
Yo, en realidad, nunca he sido creyente de historias pueblerinas, pero de alguna manera esto me llamó la atención. '¿Un Oasis?. De cualquier manera no carece de lógica, pero... ¿Qué sería tan grande para no aparecer a mentes curiosas?' Pensaba yo. Así que me adentré a ese pequeño desierto. Hasta este momento sigo sin tener claro mi por qué, pero de cualquier manera no es importante en la historia.
Caminé horas y horas buscando un espejis